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PARA DESARROLLAR UN TEMA, ES IMPORTANTE DEDICAR UN TIEMPO
A REALIZAR UN ESQUEMA MENTAL O ESCRITO DE CÓMO SE VA A ENFOCAR
EL DESARROLLO Y QUÉ PUNTOS SE VAN A TRATAR.
ESTOS APARTADOS DEBEN QUEDAR BIEN CLAROS EN EL DESARROLLO DEL TEXTO.
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Miguel de Unamuno (1864-1936), además de su
enorme contribución al campo de la literatura, es considerado,
junto con Ortega y Gasset, el principal
representante de la filosofía española del Siglo XX.
Dada su enorme personalidad que se desborda en todas sus obras, y su afán
de identificar obra y autor, tendríamos que decir que en todas
sus obras se ve reflejado su pensamiento filosófico. Sin embargo,
es el ensayo "Del sentimiento trágico de la vida" la
obra a la que se considera hay que remitirse para conocer su filosofía.
Para Unamuno, la fragilidad de las cosas nos produce desconsuelo, despierta
un sentimiento de condenados en espera de la muerte y otro sentimiento
encontrado de rebelión. Se despierta así el anhelo de inmortalidad.
Este hambre de inmortalidad nos muestra nuestra propia conciencia. Y surge
la angustia porque vislumbramos un problema al que no podemos dar solución.
La razón interviene, pero vemos que no se acomoda a nuestro caso,
que es individual, mientras que la razón se ocupa de lo genérico.
Y así nos hace plantear el problema en términos generales.
Todas las vivencias de la conciencia son funciones del cuerpo y terminan
cuando el cuerpo muere. Eso es lo que suministra la razón. Por
eso la llama "enemiga de la vida".
El hombre concreto que yo soy consiste en sentimiento de unidad y continuidad.
Tener conciencia es no querer dejar de ser y querer serlo todo. Es un
esfuerzo constante para recoger todo nuestro pasado y hacerlo porvenir,
empujar para darnos continuidad. Es el hambre de inmortalidad.
La fe es la única base que permite vivir con una confianza sentimental
ilimitada. Pero Unamuno carece de la fe que le suministraria la certeza.
Siente la necesidad y al mismo tiempo la imposibilidad de vivir a base
de certidumbres.
Formula su propio desgarramiento interior de la siguiente forma: "ni
el sentimiento logra hacer del consuelo verdad, ni la razón logra
hacer de la verdad consuelo".
Ante esto surge la tensión, el dolor. No renunciar a él
para así sentirse más vivo, no aletargarse, no anestesiarse,
afrontar este vivir agónico, ese es el sentimiento trágico
de la vida.
La razón no puede justificar ese anhelo de permanecer indefinidamente
nuestra conciencia, no lo puede conceptualizar, escapa a sus mecanismos,
no es vivir durante todo el tiempo, es otro ansía, otro afán.
Y la razón decepciona y aparece el escepticismo.
Pero tampoco la necesidad de consuelo sentimental puede invocar el más
mínimo apoyo racional, y surge la desesperación sentimental.
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Ortega: Tras una excelente formación en
Málaga y Alemanía, Ortega y Gasset obtiene la cátedra
de Metafísica en la Universidad Central de Madrid. Vivió
el exilio en París y Argentina, y más tarde vivió
entre Lisboa y Madrid. Fundó la revista de Occidente, punto de
encuentro cultural.
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La única alternativa para no caer en una desesperación total
es oponer lo contrarracional a lo racional. No es un absurdo, es algo
que no puede ser tratado por la razón, más cercano a la
poesía, algo que de sentido pero que no se puede explicar porque
es de distinta naturaleza. Se describe como "compasión universal",
"congoja espiritual", una profundización del dolor...
Este condolerse se expresa en la sinceridad, la acción.
Hacer todo lo que se pueda y hacerlo lo mejor posible, esta es su ética,
una ética de salvación, hacerse insustituible si fuera posible,
dejar la huella en todo, que el mundo no sea igual si mueres, es la manera
de acrecentar tu yo hasta el extremo de tus posibilidades y a lo mejor...
si Dios existe, no se olvida de ti eternamente.
El arte, la belleza, esa es una muestra de eternidad. Nos transmite un
mensaje que es un alivio para nuestro anhelo de eternidad. En este verso
se resume el sentimiento trágico de la vida: "vida y dolor
y no muerte y silencio". |
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Edad Moderna
