Las características del lenguaje científico son el deseo de precisión,
la búsqueda de la objetividad y la tendencia a la universalidad,
para ello necesita un vocabulario altamente especializado que constituye
el léxico científico y técnico. Este vocabulario exige un significante
propio para cada significado, por ello se necesita constantemente ampliar
y renovar este vocabulario.
Para la creación de términos y el enriquecimiento
de la terminología científica se recurre a diversos procedimientos:
- Acepciones especificas de palabras de la lengua común, por ejemplo
fuerza, con un significado unívoco en el campo de la física.
- Utilización de los procedimientos habituales de
la lengua para la creación de nuevas palabras: Derivación, a
menudo mediante prefijos grecolatinos: poli-, tele-, an- polimetría,
teleobjetivo, anorexia o sufijos: -ismo, -sis,
reumatismo, arteriosclerosis, osmosis. Composición:
cortocircuito, microcirugía; compuestos híbridos de griego
e inglés electrocutar, de electro más execute; compuestos sintagmáticos,
a veces con nombres propio: cuarta dimensión, teorema de Pitágoras.
- Prestamos, especialmente del inglés, a veces adaptados
como escaner y otras veces no, bypass; calcos semánticos:
lluvia ácida, agujeros negros.
- Creación de nuevas términos por siglas: radar,
adn, sida.
- Términos de otras ramas como virus en informática.
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