1.-Determine las características lingüísticas
y literarias del texto que se propone. ¿Qué tipo de texto
es?
2.-Redacte un resumen del contenido del
texto.
3.-A partir del texto, exponga su opinión
de forma argumentada sobre la influencia de la televisión en la sociedad
actual.
Hace tiempo que vengo observando con preocupación
que la gente se cree la tele. Que cree que lo estrambótico, arbitrario,
excepcional y llamativo, que son norma en la televisión, constituyen la
realidad. Las audiencias se disparan cuando aparecen la mujer barbuda
o el perro de tres cabezas. El fenómeno no es nuevo. Siempre han existido
las coplas de ciego, los cómicos de la legua y los circos ambulantes que
hacían posible lo imposible y por unas horas llenaban la vida de exageración,
de disparate. La diferencia es que antaño a nadie se le ocurría ordenar
su vida cotidiana según esos parámetros. La gente se educaba en familias
estables, bajo tradiciones seculares y con certezas sólidas. A nadie se
le ocurría romper su matrimonio a la vista de una cara o unas piernas
bonitas, abandonar a sus hijos para ver mundo o mentir o darse a la maledicencia
para hacerse rico y famoso. A nadie, menos a los trasnochados y los delincuentes.
En la medida sin embargo en que hemos pasado de ser un pueblo con tradiciones,
relaciones y habilidades heredadas a ser una masa de telespectadores aislados
entre sí, nos hemos hecho vulnerables. Hemos sustituido el paseo, la partida
con los amigos o los juegos en familia por las películas y magazines favoritos.
Está demostrado que hasta carecemos de tiempo para el afecto conyugal
por culpa de nuestra entrega a la caja mágica. Ella acorta las horas de
sueño, impide las conversaciones, dificulta la lectura y hasta sustituye
la misa dominical. El hombre y la mujer actuales están solos. Ante las
dificultades no acuden al amigo, al sacerdote, a sus padres, sino que
siguen directamente el ejemplo catódico. Los pocholos, los cotos, las
maricielos se han convertido en los arquetipos. Los que cocinamos los
medios sabemos que estos personajes son monstruos atípicos, creados para
divertir a las masas, pero los telespectadores creen en ellos cada vez
más. Así, el adolescente que experimenta una gran atracción por su amigo
cae en la trampa de creerse homosexual. El depresivo empieza a acariciar
la idea de la eutanasia. La gente se casa, se junta, se divorcia y se
desjunta a velocidad de vértigo dejando hijos e hijas por el camino, heridas
abiertas para siempre. Y en general se piensa que hacerse rico y/o famoso
es realmente el objetivo de la vida. El resultado es una infelicidad cada
vez más extendida porque los problemas reales, en lugar de afrontarse,
se evitan. Porque la enfermedad, la duda, la pena que forman parte inevitable
e importante de la existencia se censuran y destierran. Conviene recordar
que la tele no es real. Que se inventa diariamente para entretener. Que
la vida se desarrolla fuera de su estrecho armazón y que los mecanismos
que regulan el ritmo apasionante de la existencia nada tienen que ver
con las tonterías catódicas.
Cristina López Schlichting, "Pocholo es virtual",
ABC, 9 de enero de 2004
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PRIMERO SE CLASIFICA EL TEXTO
SE JUSTIFICA LA CLASIFICACIÓN
A CONTINUACIÓN SE DETERMINAN LAS CARACTERÍTICAS LINGÜÍSTICAS
CON DATOS DEL PROPIO TEXTO.
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Características lingüísticas y literarias
del texto
Se trata de un texto periodístico, pues lleva indicada
la fecha y el medio en el que ha aparecido: el periódico ABC, de 9 de
enero de 2004.
Se trata de un texto corto, no fragmentado, subjetivo,
con la firma de su autor y sobre un tema de carácter general como es la
televisión, pero enfocado desde un punto de vista personal. Es decir que
tiene todas las características de una columna, que junto con los editoriales,
los artículos de fondo, las críticas de cualquier tipo, etc. constituyen
los artículos de opinión de los periódicos.
Los artículos de opinión se caracterizan por tener
un estilo caracterizado por la subjetividad: el texto empieza en primera
persona del singular: .hace tiempo que vengo observando, pasando
después a implicar al lector con la primera persona del plural: hemos
sustituido el paseo, carecemos de tiempo para el afecto.
En busca de un estilo personal los columnistas usan una serie de procedimientos
propios de la lengua literaria como las enumeraciones: coplas
de ciego, los cómicos de la legua y los circos ambulantes. la
abundante adjetivación: estrambótico, arbitrario, excepcional
y llamativo, metonimias: pocholos, los cotos, las maricielos,
las metáforas: caja mágica. y el uso constante de palabras
cargadas de significados connotativos: .homosexual, eutanasia,
etc.
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Resumen del contenido
Según la autora del texto, la televisión tiene una
enorme influencia en la sociedad actual, porque, por un lado incita a
creer que lo excepcional, que es lo que se muestra en pantalla, es lo
habitual y por otro, nos incita a tomar esa realidad virtual como modelo
en nuestra vida diaria, lo que lleva aparejado una gran infelicidad.
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PARA CONTESTAR
A ESTA PREGUNTA DEBES PARTUR DEL TEXTO Y LUEGO ALEJARTE DE ÉL, MANIFESTANDO
OPINIONES PROPIAS, BASADAS EN TU EXPERIENCIA, O EN ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS
O ACTUALES, ETC. |
A partir del texto, exponga
su opinión de forma argumentada sobre la influencia de la televisión
en la sociedad actual.
A la autora de este texto le parece excesiva la influencia
que la televisión ejerce en la sociedad y justifica su opinión con diversos
argumentos, con los que es difícil no estar de acuerdo, pero creo que
además hay algunos otros aspectos que no se mencionan en el texto y que
son dignos de tener en cuenta.
El primero es la influencia de la publicidad, que
favorece un consumismo desproporcionado, que genera sentimientos de frustración
e infelicidad a quien no puede adquirír tantos productos o servicios,
presentados de una manera tan atractiva y tan engañosa, que llevan a pensar
que es sólo a través de ellos como se logra la felicidad.
La autora habla de la influencia de la televisión
en la sociedad en general, pero creo que está influencia es especialmente
nefasta para los niños y los jóvenes. No es infrecuente que estos pasen
cuatro o cinco horas delante del televisor, más tiempo del que pasan en
su centro educativo, con sus amigos, o charlando con sus familias, lo
que convierte al televisor en su principal educador y es muy difícil que
la escuela, en unas cuantas horas, pueda luchar contra los estereotipos
y falsos valores inculcados a través del televisor.
Una consecuencia de las muchas horas pasadas contemplando
la televisión es que jóvenes y adolescentes son cada vez más sedentarios,
descuidan la práctica de deportes, tienden a engordar y a consumir muchos
alimentos muy publicitados pero escasamente saludables.
Y por último y más grave es la violencia en la televisión.
Se ha discutido mucho sobre si la violencia afecta sólo a los que ya son
violentos por naturaleza o afecta a todo el mundo. En cualquier caso series
y películas de acción, que muestran indiferencia ante la muerte y exaltan
comportamientos agresivos difícilmente pueden tener un efecto educativo
en nadie y menos en los menores. Hay que tener en cuenta, además, que
programas pretendidamente infantiles como las series de dibujos animados
japoneses están llenos de una tremenda violencia, que se emiten en horario
infantil sin ningún tipo de censura, que los comportamientos violentos
se muestran como algo normal y cotidiano, creando especialmente en los
niños la falsa idea de que la violencia es lícita, que es un instrumento
para poder conseguir poder, fama, gloria, etc.
Esto también se refleja en los jóvenes los cuales
han creado una sub-cultura de pandillas basadas en estereotipos de violencia
sacados de la televisión en donde aparecen grupos de gran rivalidad los
cuales utilizaran cualquier medio para destruir al otro.
Como conclusión la televisión tiene una influencia
muy grande, más negativa que positiva, aunque esa ventana abierta al mundo
que es un receptor de televisión, favorece la ampliación de nuestra visión
del mundo. Un ejemplo del aspecto positivo de la televisión es la segunda
cadena de RTVE, con una programación alternativa al resto de las emisoras,
aunque desgraciadamente no consigue las audiencias millonarias de las
otras televisiones y por tanto su influencia es mucho menor.
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