PALABRAS CLAVE
dama de elche, escultura, arte, ibérico, busto
"La Dama de Elche". Museo Arqueológico Nacional de
Madrid.
Es la más conocida de las esculturas del arte ibérico,
de la segunda mitad del siglo V o principios del IV antes de Cristo.
La escultura fue hallada por casualidad en 1897 en
Elche (Alicante) en la finca La Alcudia perteneciente a D. Manuel Campello,
coleccionista de arte, siendo bautizada como Reina Mora. Fue vendida una
semana más tarde al Museo del Louvre (Paris), donde permaneció hasta 1941
en que Pétain se la devolvió a Franco
en un canje de obras de arte.
El historiador de arte norteamericano John Moffitt
sostiene que la Dama de Elche es una falsificación, debido a lo fortuito
del hallazgo, sin contexto arqueológico, lo que ha levantado la polémica.
Aunque hay historiadores que comparten esta opinión, la mayoría defienden
la autenticidad de la pieza. Es una escultura de bulto
redondo en forma debusto,
aunque quizá fuera una escultura completa en origen que se haya fragmentado.
Está realizada en piedra caliza de tonos ocres con restos de policromía.
Pétain entregó a la vez los archivos de Simancas,
una Inmaculada Concepción de Murillo y unas coronas visigóticas, a cambio
de unos cartones de Goya, una copia de Velásquez y un pequeño Greco.
Bulto redondo: se aplica a las figuras
en tres dimensiones y aisladas en el espacio, que se pueden contemplar
desde cualquier punto de vista.
Busto: representación escultórica humana
de la cabeza o de la parte superior del tórax.
Tema: Representa a una mujer ricamente vestida
con una doble túnica sobre la que lleva un manto que le cubre la cabeza
y los brazos y que presenta pliegues en zig-zag en sus bordes asimétricos.
Luce tres hileras de collares abigarrados, uno con lengüetas, el del centro
es de anforillas (según los expertos para contener perfumes). En la cabeza
lleva un tocado muy complicado, compuesto por un velo sujeto sobre una
peineta adornado con diademas, posiblemente de oro, y por dos enormes
discos o rodetes a los lados del rostro, junto a los que cuelgan dos aparatosas
arracadas formadas también por
multitud de anforillas.
El rostro presenta una gran serenidad y belleza muy
sencilla, con los ojos algo oblicuos, una nariz recta, pómulos ligeramente
marcados y una boca de labios bien diseñados, con restos de policromía.
Tiene un ligero aire melancólico.
La composición es muy sencilla, cerrada, poco
estudiada; la figura está hecha para ser vista de frente. Se estructura
en un eje vertical. Predominan las líneas rectas, aunque las curvas en
rodetes y collares compensan y dan mayor veracidad. Aparece estática,
algo rígida, con hombros demasiado anchos y cuello corto. El artista ha
tallado con especial cuidado los adornos y joyas, prestando gran atención
a los detalles para mostrarnos la posición social superior de la dama.
Arracadas: Pendiente enorme que se
sujetaba por detrás de la oreja, no en el lóbulo.
La función de la escultura es probable que
sea funeraria: posiblemente era una urna cineraria ya que en la espalda
tiene un hueco para meter las cenizas del muerto
( igual que la Dama de Baza). No sabemos quién es esta dama: podría ser
una sacerdotisa o bien una señora de la aristocracia difunta o más probablemente
una diosa-madre que acompaña al fallecido al otro mundo.
Estilo: Es una obra del arte Ibérico perteneciente
a la segunda mitad del siglo V ó al IV a.C ( existe poca precisión a la
hora de datar la escultura porque se ha hallado sola) . Presenta similitudes
con las esculturas griegas de comienzos del siglo V a.C , aún con ciertos
rasgos de arcaísmo ( la frontalidad, la rigidez, los ojos oblicuos ,etc)
pero hay ya búsqueda de belleza idealizada y serenidad. Sin embargo el
escultor no se limitó a copiar sino que interpretó los modelos orientales
con granoriginalidad.
El escultor y su época: autor desconocido,
sin duda un indígena que tenía conocimiento de obras de arte griegas.
La dama de Elche es una muestra extraordinaria de la escultura ibérica
porque en ella se ve muy bien la síntesis cultural que los pueblos ibéricos,
establecidos en el litoral levantino y sur de la península durante la
segunda Edad del Hierro, realizaron debido al contacto comercial con los
pueblos colonizadores mediterráneos, especialmente fenicios y griegos.
La influencia fenicia aparece claramente en las joyas que porta la dama
(en el Museo Arqueológico Nacional hay piezas de orfebreria fenicia-tartésica
muy semejantes, como las piezas de oro del tesoro de la Aliseda, realizadas
enfiligranay
granulado).
El muerto, perteneciente a la aristocracia
ibera, era quemado con sus armas en una pira funeraria y luego sus cenizas
se depositaban en el hueco de la escultura. El guerrero regresaba, al
morir, al interior de la diosa-madre de la fecundidad, que le cuidaba
también en el más allá.
Originalidad: según Mª Elena Gómez
Moreno, la Dama presenta "una originalidad fuerte y un hispanismo auténtico
de raigambre propia, que no puede explicarse por la simple imitación de
modelos griegos o chipriotas. No tiene ni la sonrisa arcaica, medio expresivo
rudimentario, ni la serenidad impasible de lo clásico; su rostro es serio,
majestuoso, levemente triste y con cierto aire de retrato idealizado".
La filigrana: consiste en soldar finísimos
hilos de oro sobre una base de lámina formando un dibujo.
El granulado: consiste en soldar a
un lámina pequeñísimas esferas de oro.
La influencia griega se hace notar en el estilo ya
comentado. La propia aportación ibérica se observa en la originalidad
del tratamiento, así como en el vestuario y gusto recargado en los adornos.
Otras damas importantes de la escultura ibérica son
la Dama oferente del Cerro de los Santos (Albacete) y la Dama de Baza
(Granada). Además son importantes la Bicha
de Balazote, los guerreros de Porcuna, los relieves y los exvotos
de bronce.
Adornos: Polibio nos habla de damas
ibéricas "cubiertas con ricas túnicas de lino teñidas de púrpura", y Filarco,
historiador griego del siglo III a.C., dice "todos los iberos son bebedores
de agua a pesar de ser los más ricos de entre los pueblos, pues poseen
mucha plata y oro; comen una sola vez al dia por pura avaricia, al mismo
tiempo que se visten con ropa muy cara". Los iberos aparecen ricos, tacaños
y con gusto por la ostentación.
La bicha: es un animal fantástico,
una esfinge con rostro de hombre, con finalidad protectora.
Los exvotos: son pequeñas figurillas
de hombres y mujeres, muy desproporcionadas y expresivas, encontradas
en los santuarios probablemente como ofrendas para dar gracias por algún
favor concedido.